Uno de los usos de la electricidad era por sus supuestos efectos
terapeuticos, los doctores aplicaban pequeñas descargas a los pacientes para tratar múltiples males, desde la migraña a dolores de todo tipo, oviamente sin resultado, pero el efecto placebo ha existido siempre. Está documentado que en el año 1767 se usaban estos aparatos en el Middlesex Hospital de Londres, y la adquisicion en el 1768 de un aparato similar por el hospital de San Bartolomé.
Tratando a una paciente con electricidad. Se parecia un generador electrostático, al final del mismo cuelga una botella de Leyden, y el doctor está aplicando descargas en el brazo (fuente: elementos.buap.mx) |
En una época en la que la diversión era el teatro y la ópera, en el siglo XVIII hubo una gran explosión de espectáculos basados en la nueva y misteriosa electricidad tanto en los salones de la alta sociedad como en los mercados. En un mundo sin muchas fuentes de entretenimiento eran muy populares este tipo de actuaciones. Magos callejeros y grandes espectáculos se preparaban para que la gente, a cambio de unas monedas, pudiera sentir el nuevo fenómeno.
Frotando una varilla de cristal con un paño de seda, la atracción de pequeñas plumas se convirtió en algo habitual, pero la estrella eran las chispas, gracias a las nuevas máquinas generadoras los espectáculos cambiaron. El actuante cargaba su cuerpo de electricidad y tocaban a las personas, que sentían el chispazo en su cuerpo.
Otro truco espectacular era la "beatificación eléctrica", se tiene referencia de que la ideó en 1737 un físico y poeta en la Universidad de Leipzig (Alemania) llamado Georg Matthias Bose. Se sentaba a una persona en una silla aislada y se le colocaba una especie de corona rodeada de puntas romas, al cargar esta con electricidad se producía un resplandor entorno a la misma, con aspecto del típico halo que se dibujaba a los santos. La corona no podía tener puntas pues en ese caso se producían chispas en lugar del efecto, que es el mismo que los marineros conocen como "el fuego de San Telmo".
La beatificación eléctrica (fuente: lateralscience.blogspot.com) |
Para los más atrevidos, se cargaba una botella de Leyden, se formaba una cadena de personas uniendo sus manos, y el primero tocaba la punta de la botella transmitiéndose por toda la cadena de personas. Este peligroso espectáculo si el actuante se excedía con la carga, permitía a un grupo numeroso conocer la fuerza de la electricidad.
Casa del rayo, es un botella de Leyden, se carga por la bola de la derecha y las chispas aparecen en la punta de la izquierda (fuente: Bertuchi Endeavour) |
Basado en otras investigaciones de Cavendish usando electricidad y gases, se hacía otro efecto impactante en el momento, en el que recordemos para encender un fuego se usaba yesca y pedernal. Usando un vaso metálico lleno de un líquido inflamable, lo que era
sencillo de conseguir ya que en aquella época el brandi de las cenas de los salones
de la alta sociedad (o el grog en los mercados), tenía un alto contenido
alcohólico, el ejecutante se cargaban de electricidad y acercando el dedo a la copa
se producía una chispa que prendía el contenido.
Experimentando con la electricidad (fuente: tecnologiatic2011) |
Todas estas actuaciones estaban minuciosamente preparadas, ya que para que funcionaran debían mantener o evitar el contacto con tierra para formar los circuitos, o aislarse para no perder las cargas una vez adquiridas.
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